sábado, 21 de febrero de 2015

Porqué Pupila Felina




Una breve entrega del origen de mi búsqueda



No sé de la existencia de mis propios valores, saberlo es una ardua búsqueda que ya emprendí. Cuáles son, y de dónde provienen, porque, no me considero como la mayoría -en realidad, algunxs de nosotrxs lo hace?-. Pero mí mismx no se considera parecidx al resto porque me los cuestiono toujours y los trabajo, debo, porque se distancian de los valores del patriarcado. Es así, ni cerca de ser los mismo valores y mucho menos los ideales y si existe alguno en mí que fraternice con este sistema falocéntrico, camino en cuatro patas.


Como escribió Grant Morrison desde la figura del Marqués de Sade, si cada ser humano ventilara su vida personal o, si su vida personal es aparentemente perfecta (o historia) pués que ventile sus pensamientos, la humanidad seguiría pareciendo tan coherente a los valores impuestos?


La sociedad trata de la relación con el "otro", concepto engañoso, perverso, ya que ese otro no es más que un reflejo de unx mismx, y al considerar aquel concepto, el todo (la unión) se destruye y se destruye porque se des-arma ante esa idea de fantasía de control jerárquico. 


Se separa el origen, se des-arma la oscuridad de donde germinamos, de donde observamos, nuestro útero caótico, La Pupila, volviéndose sólo un punto negro que "por cosas biológica nos hace ver colores", pero los conceptos, nuestras ideas de las cosas o apreciaciones habitan tras ese punto de oscuridad menospreciada, ahí nacen, ahí se crean, se guardan, juegan y se esconden. Cuántos seres que habitan el planeta tierra tienen aquel punto negro por donde observan? De agua, de aire, mamíferos, reptiles...



"La oscuridad es mala, temámosle a la oscuridad, ahí habitan los demonios, no entremos en las madrigueras, no sabemos lo que podemos encontrar. Ven sigue este camino, este es el camino seguro, verde caminar, rojo detenerse. Así debes ver, así debes jugar y si corres te caes pero si caminas te puedes retrasar" Hipocresía humana   


Los gatos han sido siempre mis maestros, yo de ellos aprendí. Ellos se toman su tiempo, ellos observan, juegan, descansan, meditan y contemplan, y considero mi pupila lo más parecida a la pupila de un gato, lo único que me mantiene serena es permanecer quieta, oyendo, sintiendo y oliendo el viento. Quietud, sólo respirar, puedo pensar pero no, siento que es necesario sólo permanecer, es oir la nada oyéndolo todo. Sentir el fín, unidad. Soy siquiera? No. Es un momento eterno, otro tiempo, una PUPILA FELINA. Es el momento anterior a la lluvia, la gente en sus casas, las nubes habitando el planeta, silenciándolo... y si puedo compartirlo contigo, mejor, pero felinamente, me tomo mi tiempo.